Cuando uno está conduciendo necesita estar alerta, sobre todo en ciertas zonas o lugares de la ciudad donde corremos más peligro de sufrir un accidente, sobre todo si pueden ser accidentes mortales. Hay pocos dispositivos que tranquilicen el tráfico y que ayuden a relajar a los conductores más coléricos, o ayudar a centrarse a los más distraídos en su conducción y les hacen conducir de una manera cuidadosa. Estamos hablando de los reductores de velocidad.
Comúnmente conocidos como disyuntores de velocidad, estos dispositivos avisan cuando tiene que frenar y los podemos encontrar posicionados antes de cada paso de peatones, cerca de los colegios y parques. Estos se instalan en áreas clave de la carretera para hacerle saber a los conductores que tienen que disminuir la velocidad y poner especial atención por si aparece algun peaton.
Estos reductores de velocidad se pueden encontrar en varios tipos, sin embargo los topes de goma son los más utilizados y parecen tener ventajas mucho más atractivas que los hechos de otros materiales. Vamos a analizar estas ventajas para comprobar porque son el número uno de las carreteras.
- Rentables
Los topes de velocidad que se hacen a partir de asfalto, metal u hormigón son muy costosos y pueden llevarse una gran parte del presupuesto de mejora de las urbanizaciones, calles y pueblos. Cuando se instalan,ante un día o dos, ya que su instalación es compleja y requiere de mucho material y procesos. Cuando uno quiere comprar reductores de velocidad a granel, el caucho es el material preferido, ya que tiene un precio razonable y se instalan en apenas un par de horas y se pueden ir colocando de un extremo al otro de la calzada, permitiendo que los vehículos pasen por un lado mientras se trabaja por el otro extremo.
- Proceso de instalación
A diferencia de las protuberancias de metal o los pasos de peatones elevados de hormigón y asfalto, los topes de goma son muy fáciles de instalar. También se pueden desmontar con la misma facilidad. El promedio de instalación por carril, ronda los 45 minutos. Esto hace que sea uno de los materiales más flexibles y que se utilizarán en caso de una emergencia.
Además, como se distribuyen en módulos que encajan uno sobre el otro, si uno de ellos se rompe o deteriora, puede ser sustituido en pocos minutos por un par de operarios, sin tener que cortar la carretera.