Si uno está listo para renovar o poner alfombras nuevas en casa, seguramente tendrá que tomar algunas decisiones antes de decidirse. No sólo tendrá que elegir una marca, el color o el patrón de la alfombra, también tendrá que elegir el material y el tipo de confección que se adapte a cada tipo de habitación.
Pero en lugar de aprender nombres de marca interminables, hay una manera más fácil de elegir su alfombra, según por cada tipo de habitación y las necesidades de cada estancia.
El dormitorio
No hay nada como un dormitorio con una buena alfombra. No sólo es una delicia al poner los pies en ella en las frías mañanas. Ya que el dormitorio es una de las habitaciones de una casa en las que más tiempo pasamos, sobre todo descalzos, necesitamos un producto de calidad y que nos reconforte, teniendo en cuenta siempre el color para este tipo de estancias, que suele ser un color suave y relajante.
Si está equipando una habitación de invitados, puede ser suficiente, comprar una alfombra de fieltro o no de muy alta calidad. Para las habitaciones de los niños, la alfombra deben de ser resistentes, sobre todo a las manchas.
Al considerar el color, es una buena idea pensar, cuántos años quiere que dure la alfombra. Si sus hijos son mayores, piense con anticipación, a lo que va a hacer con ese cuarto en el futuro y después elija una alfombra que sea apropiada con la idea que tiene para más adelante.
La sala de estar
Como todos sabemos, la sala de estar en los hogares, a menudo es el más visto y utilizado. Como tal, necesita moqueta o alfombra que sea resistente, pero a la vez, queremos que sea elegante de forma que reflejen el estilo y los colores de nuestro hogar.
Si utilizamos la sala de estar para comer, tenemos que considerar que la alfombra sea resistente a las manchas, como por ejemplo una que esté fabricada, de al menos un 80% de lana, porque la lana resistirá bien el derrame de los líquidos y es fácil de limpiar.
Un factor que todas las salas de estar tienen, es el hecho de que habrá varias piezas de mobiliario encima de la alfombra durante años, lo que puede causar desgaste o el deterioramiento de ciertas zonas de la alfombra. Por lo tanto, o bien movemos la alfombra cada cierto tiempo para que no se deteriore o bien compramos una alfombra de mucha calidad y que sea resistente a la presión que habrá sobre ella.