Aunque la madera sea uno de los estilos más tradicionales y antiguos para los pisos, también puede llegar a ser complicada en su instalación, y bastante cara si se busca tener un piso de madera noble y maciza. Además de presentar una variedad de problemas dependiendo el tipo de instalación que se realice. Quizá sea hora de migrar a un nuevo tipo de piso. Uno que le ofrezca el mismo atractivo estético, con buen acabado y diversidad de diseños, que sea asequible sin sacrificar la calidad, y que la instalación sea tan sencilla que incluso la pueda realizar usted mismo.
Ese tipo de piso es el vinílico. Los pisos de vinilo destacan por múltiples beneficios, entre ellos se encuentran la amplia variedad de diseños en que son fabricados, con tramas y patrones que obedecen a distintos gustos e imitando materiales como la madera, piedra y cerámica. Porque ya no es necesaria invertir una gran cantidad de dinero, ni atravesar un engorrosa instalación, para tener un piso con acabado tipo madera.
Los pisos de imitación a madera de vinilo destacan por ser duraderos, dependiendo del tipo pueden llegar a tener un tiempo de vida que oscila entre los cinco a treinta años, esto dependerá del correcto mantenimiento que se le dé, así como de las condiciones del lugar donde esté instalado. Son fabricados en láminas, que tienen de veinte a treinta años de vida, y en mosaicos autoadhesivos o para pegar manualmente, que tienen de cinco a veinte a años de vida.
También destacan por su mantenimiento a diferencia de la madera, ya que esta debe atravesar un largo proceso de lijado y aplicación de barniz, varias veces si se desear un mejor resultado. En cambio los suelos de vinilo sólo requieren una limpieza superficial, que será aún más sencilla si se aplica previamente una capa de uretano antidesgaste.